Nuestra experiencia en diferentes contextos educativos nos ha permitido conocer la realidad al interior de las escuelas y de las aulas, mantener una relación de trabajo colaborativo con docentes, educadoras de párvulos, docentes directivos y paradocentes en diversas áreas de formación y disciplinas, y lo que nos ha llamado profundamente la atención, es que en todas las escuelas, la relación de los niños y la lectura está deteriorada. Se trata de problemas internos de la organización y roles de los profesionales al interior de la escuela, desde el uso de los espacios y recursos (o falta de ellos) hasta lo que ocurre al interior del aula en la relación directa entre docente, estudiante y la lectura.
Hoy, desarrollar el lenguaje y lectores desde la primera infancia es uno de los objetivos fundamentales de la educación, pues es la principal herramienta mediante la cual los seres humanos comprenden y construyen el mundo. Sin embargo, el sistema escolar ha olvidado que la lectura no es un hábito que se imponga, sino que se debe desarrollar en contextos amigables, cómodos y placenteros.
Los problemas actuales por los que atraviesa la educación escolar son también los problemas que enfrenta la sociedad entera. Hoy la mayoría de los estudiantes chilenos se sitúa en niveles insuficientes y elementales de habilidades lectoras (Plan Nacional de Lectura, p.20), y esto se repite en los adultos, quienes solo son capaces de leer y comprender textos simples. Por otro lado, encuestas sobre comportamiento lector indican que la mitad de los chilenos lee un libro al año y en el caso de los estudiantes, cuando lo hacen, es por obligación o imposición de la escuela (Encuesta de comportamiento lector 2014).
Los problemas de los adultos repercuten en la vida de los más pequeños, y de esta manera, la escuela se enfrenta por un lado, a que los niños no se interesan por la lectura, no tienen acceso a ella a través de bibliotecas escolares o disponen de bajas ediciones que no alcanzan para toda la escuela o en la casa los padres no fomentan hábitos lectores y por ello entonces, registrarían bajo desarrollo de habilidades de comprensión lectora.
La propuesta de ATEUCHILE para el fomento de la lectura es el trabajo en conjunto con toda la comunidad educativa a través del diseño y ejecución de un PLAN LECTOR.
El Plan Lector reúne a directivos docentes, profesores, educadoras de párvulos, paradocentes y por supuesto, estudiantes. Implica la orientación y acompañamiento de profesionales del área, como profesores y lingüistas que guían la formulación de objetivos del PLAN LECTOR, que identifique a la comunidad donde se lleve a cabo el plan. Por ello, cada Plan Lector de escuela es único y representa las necesidades y urgencias de cada contexto.
El mundo de las escuelas trabaja rápido, sin tiempo para coordinar y replantear estrategias, discutir metodologías, resultados y experiencias de aprendizaje, por ello es fundamental que se definan objetivos comunes para toda la escuela sobre cuestiones básicas como el desarrollo de la lectura. Siguiendo esta línea, el objetivo del Plan Lector es responder a las preguntas sobre cómo enseñamos a leer, cómo desarrollamos la comprensión lectora y cómo generamos el gusto y placer lector en los estudiantes.
Sin duda, los caminos son tantos como contextos existan, sin embargo, ATEUCHILE busca revitalizar el espacio que se le da a la lectura en la escuela, a través del fortalecimiento del Centro de Recursos para el Aprendizaje (CRA), como espacio por excelencia del acceso a la lectura, al contacto físico de los niños con los libros, diversificando las experiencias de aprendizajes a través de recursos multimediales, pero sobretodo, haciendo de la lectura una experiencia placentera, porque sólo así los niños descubren el amor por las historias, los libros y la lectura.
En concordancia con la Política Nacional de la Lectura 2015-2020, que retoma y mejora las propuestas del Plan Nacional de Fomento de la Lectura (2006-2010) y cuyo objetivo es crear las condiciones para asegurar a todos los habitantes del país, la participación y el acceso a la lectura, el libro, la creación; ATEUCHILE participa y visibiliza algunas de sus acciones en terreno en escuelas públicas. Durante el año 2013 y 2014 desarrollamos el proyecto Talleres de Lectura donde se trabajó en conjunto con académicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades y estudiantes de pregrado, quienes conocieron de cerca la realidad escolar. De esta experiencia surgieron estudios sobre la calidad lectora de los niños de 2º básico y creación artística colaborativa (ver HISTORIA DE PERROS LIBROS Y AMISTAD). Esta experiencia también se compartió en la III Semana de la Educación Artística, que se enmarca en acciones de la Política Nacional y fue organizada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en conjunto con otras instituciones.
