Universidad de Chile celebró el Primer Congreso Latinoamericano de Glotopolítica

Universidad de Chile celebró el Primer Congreso de Glotopolítica

Durante dos jornadas en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile se presentaron y discutieron temas que abordaron, desde distintas perspectivas, el encuentro entre el lenguaje y la política.

Los profesores Iván Jaksić (Universidad de Stanford) y José del Valle (CUNY) dictaron las dos primeras conferencias plenarias que destacaron, con espíritu crítico, las figuras de Andrés Bello y Ramón Menéndez Pidal, para dejar el cierre a la destacada académica Elvira Narvaja de Arnoux (UBA) quien finalizó el encuentro internacional exponiendo sobre los alcances y perspectivas de la investigación glotopolítica.

En las palabras de apertura, la profesora María Eugenia Góngora, decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, celebró la decisión de realizar el primer congreso en la Universidad de Chile, casa de estudios que, en esta perspectiva, tiene una larga historia donde se entrelazan el lenguaje, la política, el Estado y lo público. En este sentido, destacó la afinidad que tiene la glotopolítica tanto con el trabajo que desarrolla el Departamento de Lingüística como con otras áreas de investigación desarrolladas por la Facultad, tales como la historia intelectual y los estudios culturales.

Andrés Bello: lenguaje y república

La primera jornada cumplió con un intenso programa de mesas que comenzó varias horas antes de la inauguración oficial. Al mediodía, se dio inicio solemne con las palabras de bienvenida de la decana María Eugenia Góngora junto al profesor Darío Rojas, organizador del encuentro, quien presentó la primera conferencia plenaria "Andrés Bello: política y lenguaje", a cargo del profesor Iván Jaksić de la Universidad de Stanford.

Jaksić abordó la figura de Andrés Bello desde la perspectiva de la glotopolítica, realizando un recorrido por los pasajes de la vida del caraqueño y dando cuenta de momentos y geografías -Venezuela, Inglaterra y Chile- donde es posible rastrear el origen de las ideas que determinaron su obra. Este relato está basado, en parte, en la investigación que realiza con los Cuadernos de Londres, documentos manuscritos en los que Bello plasmó los estudios preliminares a su concepción de república. Es así como podemos ver en el estudio que realiza sobre Cantar del Mío Cid una búsqueda en el marco del tránsito que lo lleva del monarquismo al republicanismo.

Para Bello es central preguntarse por la estabilidad de las repúblicas, en un contexto donde sólo contaba con dos experiencias, Estados Unidos y Francia, y en una época donde Chile venía saliendo de una experiencia federal que finalmente colapsa.

Andrés Bello piensa en el lenguaje como modelo para las nacientes repúblicas. Por una parte, afianzar el proyecto político a través de la lengua, difundiendo el pensamiento gramatical, y por otra, tomar las características de permanencia y cambio en el tiempo propias de la lengua para pensar un modelo de república. “Lo que inspira a Bello es el descubrimiento de que no hay ningún sistema político más duradero que la lengua”, explica Jaksić. Mirando al latín, que se transforma, pero lentamente, sin grandes rupturas, Bello intenta replicarlo para las nacientes repúblicas en las que sea posible el cambio, pero dentro de una matriz unitaria.

Chile se centraliza, a la luz del pensamiento de Bello, tanto en lo político como en lo lingüístico. De allí que para él exista una relación directa entre lenguaje y ley, visible en sus dos obras más contundentes, la “Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos” (1847) y el “Código Civil” (1855) en las cuales trabaja paralelamente.

El lingüista como intelectual público

José del Valle (City University de Nueva York) en la conferencia "El lingüista como intelectual público: La escuela de Madrid y la profesionalización del filólogo" muestra a Ramón Menéndez Pidal como la gran figura de la filología española. Un intelectual ligado a la Universidad de Madrid, poseedor de una historia de claros y oscuros entre su rol en la academia y la vida pública española. Su trabajo está ligado a la producción de textos canónicos que instauran un modo de pensar la lengua y la literatura española y que lo posicionan como un filólogo con un alto grado de incidencia en la sociedad. Para José del Valle, co organizador del congreso y profesor a cargo de la segunda plenaria, su figura tiene una “singular forma de estar en la política”, pues, enraizado en la academia, tuvo una destacada vida pública, teniendo que convivir no sólo con colegas y adversarios, sino que también con las políticas de Estado y el franquismo.

La utilidad o el modo en que José del Valle se sirve de Menéndez Pidal es en cuanto la posibilidad que da de “explorar la manera en que en España se constituye un campo autónomo para el estudio del lenguaje, al tiempo que persiste un discurso, una esfera pública en la que la lengua se debate como un hecho político fundamental”. Es así como a del Valle le interesan las “estrategias que Menéndez Pidal utilizó para, por una lado, construir un campo autónomo de legitimación en tanto que campo científico, pero al mismo tiempo continuar presente en la esfera pública discutiendo cuestiones de lengua que eran fundamentales para la vida política española”.

José del Valle, desde la glotopolítica, destaca el distanciamiento de Menéndez Pidal de un modelo neogramático, que aísla la lingüística de la sociedad, para darle importancia a “las manifestaciones del espíritu que tiene por medio de expresión el lenguaje”.

Para José del Valle, Menéndez Pidal da cuenta del “modo en que el saber lingüístico se inscribió en el campo intelectual español a partir de los últimos años del siglo XIX”. De allí su relevancia e incidencia en la sociedad española.

En cuanto al sentido de intelectual público, Del Valle no deja de ser crítico con Menéndez Pidal, pues aclara que cumple con una, y sólo una, de las condiciones que describe Edward Said en su reconocido libro “Representaciones del intelectual”, a saber ser poseedor de “la destreza superior en el arte de la representación. La capacidad para deconstruir y construir relatos. Disposición superior para la invención de nuevas almas”.

Para José del Valle, Menéndez Pidal es "la presencia de una voz nueva, fría tal vez al oído letrado de la época, pero al mismo tiempo investida de una autoridad que en no poca medida se deriva de los solemnes saberes asociados con aquella monotonía". Una voz que encuentra en el ensayo una estrategia escritural que media entre esa monotonía y los espacios públicos y que le permite, desde su posición de intelectual, ser tanto un escritor canónico como un éxito de ventas.

Sobre la investigación glotopolítica

Elvira Narvaja de Arnoux de la Universidad de Buenos Aires cerró el congreso con la conferencia "El estudio de los instrumentos lingüísticos desde una perspectiva glotopolítica: gramáticas y retóricas", dictada en el Auditorio José Carrasco Tapia del Instituto de la Comunicación en Imagen de la Universidad de Chile.

En este cierre metodológico, expuso sobre cómo la glotopolítica aborda los instrumentos lingüísticos considerando múltiples entradas como son las temporalidades -larga duración, media, corta y el acontecimiento-, la importancia de los textos en la construcción de las subjetividades, la necesidad de no sólo analizar las gramáticas y retóricas, sino que también poner en juego y en tensión otros textos que tematizan el lenguaje y, también, otros que no lo hacen, pero que permiten entender determinada época. Estudiar también los dispositivos normativos y su función social, así como la relación entre glotopolítica y la historiografía lingüística.

Todo un entramado que describe a la investigación glotopolítica como un campo de estudios eminentemente interdisciplinario.

“Al hablar de glotopolítica nos ubicamos en un espacio académico que interroga los hechos del lenguaje tal como se exponen en textos, en prácticas o incluso en esos condensados significativos que son las escenas, invitando a dilucidar su dimensión política. Nos interesa, particularmente, analizar en qué medida los procesos en curso inciden en ellos y éstos a la vez modelan, transformando y reproduciendo las identidades sociales”, explica Narvaja de Arnoux.

A ello suma, aportando a las plenarias sobre Andrés Bello y Menéndez Pidal que la glotopolítica también se interesa especialmetne por el modo en que se expone el conocimiento sobre el lenguaje y en la “representación que los autores tienen de las sociedades, la posición que adoptan respecto de los requerimientos de su época y cómo intervienen en la construcción de las subjetividades”.

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