Filosofía y educación de calidad

Filosofía y educación de calidad

En efecto, un reciente estudio conducido en Inglaterra por la EEF (Education Endowment Foundation) a niños de entre 9 y 10 años, quienes participaron en una clase de filosofía durante un año, mejoraron significativamente sus habilidades en matemáticas y lenguaje. Específicamente, 3.000 niños participaron del estudio en 48 escuelas: 22 como grupo de control. En 26 de ellas hubo discusiones de conceptos como qué es la verdad, el conocimiento, la justicia y la amistad.

Quienes participaron de la clase de filosofía obtuvieron puntajes en exámenes con el equivalente de dos meses adicionales de enseñanza, aunque el curso no había sido diseñado para mejorar la capacidad lingüística y matemática. Más aún, los niños en riesgo social aumentaron dicha ventaja: capacidad de lenguaje 4, de matemática 3, y de escritura 2 meses. Los efectos beneficios para “los pequeños filósofos” duraron dos años, incluso mejorando la confianza y manera de expresarse. Claro, fueron capaces de manejar conceptos y de vincularlos lógicamente mucho mejor que quienes no tomaron el curso.

Una cuestión clave es que la enseñanza no se enfocó en pasar a Platón o Kant, sino en leer historias, poemas o video clips que llevaban a discusión filosófica. La idea era que los niños razonaran, formularan preguntas, y engancharan en conversaciones constructivas, y así desarrollaran argumentación.

Por lo tanto, la pregunta que cabe hacer a quienes creen que “Formación Ciudadana” puede absorber la filosofía, es en qué mejora tal iniciativa la calidad de la educación. Tal parece que necesitamos, en vez de su reemplazo, más y mejor filosofía para los estudiantes.

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