"LasTesis le dieron un segundo aire feminista al estallido social"

En la apertura del conversatorio "Arte movilizado", la Prof. Claudia Zapata apuntó a que este conversatorio "es absolutamente coincidente con nuestra asamblea ‘Artes y activismos’ en lo que tiene que ver con la necesidad de pensar, de debatir y de deliberar de manera colectiva sobre la dimensión cultural del estallido y la caída de los muros que separan al arte, la política y la calle. Esto tiene que ver con nuestras instituciones en el sentido de dejarnos remecer y abrir los espacios para que la ciudadanía se los pueda tomar. Me parece fundamental la apertura de las instituciones en esta lucha que también es por reconstruir y retomar lo público en el país donde esto fue expropiado hace 46 años”. 

Señaló que este estallido social también lo ha sido en cuanto a las formas y a su valoración ciudadana. "El activismo y el arte es el lugar desde donde se ha revitalizado este estallido y con la performance “Un violador en tu camino” de la colectiva LasTesis se ha dado un segundo aire y ese segundo aire es feminista". 

“Con esta performance nos recordamos que no somos la parte, mucho menos una minoría, sino la mitad de todo, una mitad violentada y excluida que se debate entre la exigencia de la participación paritaria para construir el Chile del futuro y la lucha cotidiana para evitar que nos violen y nos maten. En este segundo aire nos hemos atrevido a vociferar con fuerza y con convicción que estas demandas no son, nunca han sido menores y que el nuevo Chile será con las mujeres o no será”. 

La emergencia de la fuerza colectiva 

En el conversatorio con el colectivo LasTesis y con el Museo de la Dignidad sus integrantes compartieron sobre sus inicios, el estado actual de los proyectos y su desarrollo en estos días. 

LasTesis es un colectivo interdisciplinario de mujeres donde convergen las artes escénicas, el diseño de vestuario, la historia y las ciencias sociales, entre otros cruces disciplinares, bajo la premisa de llevar la teoría feminista a múltiples audiencias y la mayor cantidad de público posible. Sibila Sotomayor contó que venían trabajado en el tema de la violación para una puesta en escena con los trabajos de la teórica feminista argentina Rita Segato. Con el estallido social la obra quedó suspendida hasta que fueron invitadas a mostrar un extracto adaptado que incluyó el tema de la violencia policial, la performance “Un violador en tu camino”, el cual nunca pensaron que tendría el alcance que hoy las tiene como un referente y un nivel de repercusión internacional. Paula Stange explica que la performance alude a que la violación no es solo un hecho físico y que se conecta con los Derechos Humanos, abriendo la categoría a otras violencias que están ocurriendo y que se han intensificado desde el 18 de octubre. 

En el caso del Museo de la Dignidad se plantea el tema de la calle como un territorio en disputa. Adueñarse de los espacio donde la dignidad es un concepto transversal que denomina espacios, prácticas y proyectos. En este sentido, Lea Cáceres de Las Tesis, apuntó a la importancia de asumir el arte como social y de su manifestación, a través de la imaginación, en los territorios que son de todas y todos. 

Reclamar el derecho a intervenir la ciudad

En la asamblea “Artes y activismos” alrededor de 40 investigadoras, investigadores y artistas reflexionaron en torno a dos preguntas: ¿Cuáles han sido los aportes de los activismos artístico-culturales a las movilizaciones en curso? y ¿Cómo se están reformulando los cruces entre arte y política en el contexto chileno y latinoamericano presente?

Uno de los puntos transversales fue la idea de solidaridad que subyace al movimiento y que hace que las autorías artísticas se desplacen y se abran, planteando otras estrategias y reforzando lo colectivo. Una fuerza que asume la necesidad de activar el pensamiento crítico y de expresar las urgencias invisibilizadas como modo de ejercer ciudadanía. En este sentido, las expresiones, en el marco del movimiento social, han posibilitado repensar las instituciones, disputar los símbolos y revisar el vínculo entre ciudad y ciudadanía. Abordar los modos de producción, reproducción y circulación, con una comunidad presente, ha generado la instancia para reclamar el derecho a intervenir la ciudad, resignificando los espacios ciudadanos. 

Estas expresiones, y la fluidez de los diálogos, dan luces para proponer redes artísticas y de activismos que vayan más allá del mercado del artes y la academia, conectando regionalmente y descentralizando las relaciones.