Memorias de profesores del Instituto Pedagógico retornan a la Facultad de Filosofía y Humanidades

Retorno de las memorias de profesores del Instituto Pedagógico

Un grupo de memorias pertenecientes a la curatoría “Campus de Escritura” del proyecto Artificios de la Universidad de Chile regresó el 30 de septiembre a la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Humanidades. También volvieron fotografías de la colección Alejandro Lipschutz y los manuscritos de “Jemmy Button” de Benjamín Subercaseaux.

Para celebrar el regreso de los materiales restaurados y en embalajes de conservación adecuados, trabajo realizado por el Archivo Central Andrés Bello, se realizó el conversatorio "Retorno de memorias: Valor patrimonial y aporte al debate actual sobre educación", que abordó el sentido de estos archivos y memorias, el valor que tienen para futuras investigaciones, cómo aportan a la discusión actual en temas de educación y si están o no en consonancia con las escrituras actuales. También se realizó un video dónde se relata este proceso de recuperación.

En este significativo hito trabajaron de manera conjunta los equipos del proyecto Artificios del Archivo y de Comunicaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades para relevar la importancia de este rescate patrimonial, así como el sentido de campus a través de estos relatos compartidos.

“Estábamos esperando estas cosas sin saber que algún día volverían. El retorno está unido a un momento muy grave de la historia de nuestro país, que nos golpeó más que a nadie. Se aniquiló el Instituto Pedagógico. Este retorno está teñido por el Golpe de Estado, nos quisieron hacer desaparecer pero no pudieron. Debemos alegrarnos porque esos retazos de memoria estén llegando a nuestra biblioteca”, señaló la Vicedecana de la Facultad de Filosofía y Humanidades María Eugenia Horvitz al recibir los archivos en la Biblioteca Eugenio Pereira Salas.

En el verano del año 1981 la Dictadura despojó a la Universidad de Chile de su Instituto Pedagógico. Para la comunidad universitaria significó la pérdida de un paraíso intelectual, con sueños y libros que la Dictadura quiso borrar para siempre.

La historiadora y subdirectora del Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP) Leonora Reyes, se refirió al desafío de recuperar este aporte para conocer la memoria docente previa a 1980. Se trata de una amplia y diversa producción intelectual de los estudiantes en egreso del Instituto Pedagógico que hoy la Facultad de Filosofía y Humanidades está recuperando.

“En diversas investigaciones relacionadas con el campo de la historia social, cultural y política de la educación, di con varias tesis de estudiantes de pedagogía del Instituto Pedagógico entre las décadas de 1920 hasta 1960, aquí en esta misma biblioteca. Hombres y mujeres que salieron a investigar las realidades donde les tocó realizar sus primeros pasos como pedagogos: escuelas rurales o escuelas periféricas de las grandes ciudades, experiencias de transformación hacia una pedagogía más democrática, reflexiva e investigativa como las Escuelas Consolidadas y épicos movimientos sociales pedagógicos como aquel impulsado por la Asociación General de Profesores de la década de 1920. Gracias a estas memorias se han abierto importantes líneas de investigación dentro del desconocido campo de la transformación educativa y social”, explicó la historiadora.

Reyes destacó el aporte de estas memorias para comprender percepciones más complejas acerca de la formación y profesión docente: “Curiosamente y con marcada impronta innovadora, aflora la subjetividad docente al plantearse en primera persona. Logramos percibir ambientes, olores, ruidos, sensaciones psíquicas de lo que era ser docente en el Chile de 1920, de 1950, de 1970…. O bien, ¿qué significaba pasar de ser un provinciano maestro normalista a un estudiante de la U. de Chile en los años 20?”.

Para la directora del Archivo Central Andrés Bello, Alejandra Araya, el viaje de las memorias “ha sido un trabajo colaborativo importante, es la producción cotidiana que no se había valorado en su real peso. Algunos autores de las memorias llegan a ser conocidos, pero la mayoría no. En estos trabajos vemos la permanente relación de nuestros estudiantes con el presente, siempre hay contingencia social y política, así como las fracturas políticas. La historia larga está en las memorias. ¿Cuál es el lugar de esta universidad en estos temas hoy? Esta universidad ha defendido hacer un trabajo de investigación final, uno tiene que pasar por una tesis en la vida y esta universidad ha defendido su existencia. Las tesis están esperando a que las reencuentren. Nuestra universidad está plagada de estas huellas, somos campos de conocimiento anclados en el libro y la escritura”.

El trabajo de rescate del patrimonio y memoria que impulsa el Archivo Central Andrés Bello, a través del proyecto Artificios, está movilizando a distintas unidades para una reflexión y producción conjunta, creativa y experimental. Alejandra Araya resaltó el potencial de esta Facultad y la importancia de “transmitir la pasión por esto, para que sea un material vivo que circule”. Artificios es un proyecto interdisciplinario integrado por el Centro de Documentación e Investigación Musical de la Facultad de Artes, la Cineteca de la Universidad, la Facultad de Filosofía y Humanidades, la Facultad de Ciencias Sociales y el Museo de Arte Popular (MAPA).

Como señala la directora de la Biblioteca Eugenio Pereira Salas de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Jeanette Vega, “este tema de recuperación del patrimonio es nuevo para nuestra biblioteca, estamos dando ese mismo valor que le dan los historiadores. Estamos haciendo un trabajo importante de revisar nuestro patrimonio y nos hemos encontrado joyas como la donación de Mariano Latorre”.

“Este es un trabajo de amor y delicadeza. Las pedagogías fueron sacadas del estatus universitario en los años 80, dejando a la Universidad dividida. Esa es una fisura y aquí aparecen los puentes de oro”, señaló Ítalo Fuentes, académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades. “Que el río vuelva a correr. Existe una tradición oral que en gran medida vive del flujo. La gran mayoría nos hemos enterado de la memoria de la Universidad de Chile y del Instituto Pedagógico en conversaciones, consultamos a viejos maestros como don Miguel Villa, Luis Rubilar… Instalar objetos del pasado en el presente para instalarlos nuevamente en el fluir de la consulta, que no queden como un objeto de contemplación, sino que circulen”.

Leonora Reyes agradeció en nombre del Departamento de Estudios Pedagógicos ( DEP), lugar desde donde se realiza gran parte de la actividad pedagógica e investigativa en formación inicial docente en la Universidad, la restitución de esta memoria social, humanística y pedagógica.

Una muestra de estas memorias se encuentra en vitrinas facilitadas por el Archivo Central en el hall de la Biblioteca Eugenio Pereira Salas de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. Las memorias estarán disponibles desde fines de octubre para ser utilizadas por los estudiantes que estén realizando trabajos de investigación.

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