Marcó un hito en la formación de investigadoras e investigadores en literatura colonial. Una maestra excepcional, por cómo enseñaba temas complejos y por la pasión con que se desenvolvía en otros ámbitos de la vida universitaria. La Prof. Bernarda Urrejola, actual directora de Pregrado de la Facultad de Filosofía y Humanidades, recuerda su compromiso con sus estudiantes y becarios. Les enseñó cómo los estudios literarios se acercaban a abordar la época colonial. Desde la retórica se atrevía a mirar las vidas de mujeres, sujetos femeninos, a través de testamentos, cartas y autobiografías. Así, enseñó a generaciones a trazar sus propios caminos.
Generosa, fue parte de la lucha por la recuperación de la democracia universitaria en los tiempo de Federici. Con sensibilidad, compromiso y generosidad. También de una elegancia distintiva. El Prof. Sergio Caruman, académico del Departamento de Literatura, recuerda su irrestricto compromiso con la Universidad de Chile. Ese amor y respeto, señala, sigue existiendo entre quienes formó, como parte de su legado.
Su amiga Soledad Bianchi recuerda su vida ligada a la U. de Chile. Su pelea por devolverla a lo que era antes de la dictadura. Rescatar lo que le correspondía como un referente laico, público y democrático. Desde la amistad la recuerda en sus gestos, el movimiento apasionado de sus manos, la sencillez para compartir e ir a los paseos de la universidad a la playa de El Canelo, donde nadaba, tocaba guitarra y cantaba tangos.
Participó activamente en el desarrollo de la Universidad de Chile. En sus dos períodos como decana siempre tuvo presente la recuperación de las pedagogías, arrebatadas en 1981 por la dictadura. La Prof. María Isabel Flisfisch destaca el modo en que lograron devolverle a la U. de Chile la formación de profesoras y profesores.
La Prof. Lucía Invernizzi también estuvo a la cabeza de la Facultad cuando se trasladó de la sede de La Reina al actual edificio en el campus Juan Gómez Millas. Significó devolverle la fuerza académica a una Facultad que permanecía aislada. Junto con ello reincorporó a académicas y académicos exonerados, quienes aportaron miradas nuevas a las humanidades. Con este impulso se creó la Escuela de Postgrado y doctorados en las especialidades habituales y en nuevos campos. Para la Prof. María Isabel Flisfisch su mayor legado fue “haberle dado a la Facultad de Filosofía y Humanidades el impulso para renacer de las cenizas en que quedó con el Golpe Militar”.
Una persona dialogante, con inteligencia y firmeza. El Prof. Bernardo Subercaseaux la destaca en su defensa de las humanidades y cómo fue fundamental en la apertura hacia otras áreas como los estudios de género y los estudios culturales latinoamericanos. Contribuyó a cambiar el campo académico de la Facultad y como colega fue absolutamente generosa.
Interesada en muchas materias, erudita, abierta y comprometida con la formación y realización de sus estudiantes. La Universidad de Chile la recuerda.