El destacado historiador y académico de nuestra Facultad, falleció la madrugada del 27 de junio producto de una falla multisistémica, siendo velado posteriormente en la Sociedad de Escritores de Chile.
De esta manera, académicos y estudiantes de nuestra Facultad, además de amigos, compañeros de militancia y diversas organizaciones políticas y sociales fueron parte de la ceremonia de despedida del Profesor Vitale en medio de cantos y agradecimientos por su labor y dedicación.
Sus restos fueron cremados y enterrados en el Parque del Recuerdo el pasado 29 de junio.
Argentino de nacimiento, chileno por vida política
Luis Vitale nació en la pampa Argentina a fines de la década del '20. Estudió la carrera de Profesor de Historia en la Universidad de la Plata, período en el que comenzaría a gestarse su concepción sobre la historia de América Latina. Su primer escrito fue "La España no ocupada por los árabes".
En palabras de Claudia Videla, su última ayudante en la Facultad de Filosofía y Humanidades, "fue aquí en donde comienza definitivamente la proyección como investigador y estudioso apasionado de aquellos acontecimientos y realidades que más adelante quedarían plasmados en su obra "Interpretación Marxista de la Historia de Chile".
El Profesor Vitale llega a Chile en 1955. Luego, ingresa al Partido Obrero Revolucionario (POR) y en 1959 es elegido presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), labor que realizó hasta 1962, donde pudo compartir con Clotario Blest.
En 1965 Ingresa al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), retirándose en 1969. Finalmente, su vida partidaria terminó en el Partido Socialista Revolucionario (PSR), colectividad clandestina que funcionó durante la Unidad Popular.
Antes de su exilio en Europa, el Profesor Vitale estuvo recluido en el Campo de Concentración de Chacabuco. Posteriormente, y ya de vuelta en Chile, continuó su trabajo intelectual escribiendo, participando en actividades académicas y realizando clases en el Departamento de Ciencias Históricas de nuestra Facultad.
Contribuciones a la historia
Cabe destacar que el Profesor Luis Vitales se destacó por la gran cantidad de textos que publicó durante su vida académica, dentro de los que podemos encont rar "Interpretación marxista de la historia de Chile", "Historia Social comparada de los pueblos de América Latina", y "Hacia el enriquecimiento de la Teoría del Desarrollo Desigual", entre muchos otros que dan cuenta de temas tan diversos como economía, música, historia y política.
Al decir de Claudia Videla, el académico siempre escribió sobre América sin hacer "una historia llena de personajes de alta alcurnia y apellidos vinosos, es la realidad la que queda para el conocimiento". Asimismo, señala que "es difícil no imaginar entonces de dónde viene tanta actividad intelectual (aunque no le agrade), tanta inspiración a la hora de escribir y tantas realidades que analizar. Es por esto mismo que sus temas y escritos son tan variados".
Palabras de sus alumnos para despedir a un maestro
Región chilena, a pocos días de un nuevo año austral.
De un aprendiz,
Al maestro Vitale:
Si saber no es un derecho, seguro será un izquierdo -dice el trovador-. Y es así como nos enseñaste, estimado maestro, que la historia se hace a mano y sin permiso, como en aquella ocasión en los años sesenta en que fuiste tomado preso junto al viejo Clotario Blest por "recibir" al presidente de los EE.UU. y a Alessandri con un enorme retrato de Fidel en plena Alameda. Y nos enseñaste además que la historia se construye abajo y a la izquierda, tal cual late el ritmo del corazón.
Hoy, 28 de junio, se nos acabó el siglo XX Cambalache, aquel que cantaba Discépolo en ese paradójico tango que nos enseñaste en la clase de historia latinoamericana contemporánea. Ese siglo en el cual tú fuiste voz y parte importante de nuestro coro popular. Siglo de revoluciones que te vio luchando en la trinchera de la gente bondadosa.
¿Cómo te recordaremos? estimado Luis: ¿Cantando un tango? ¿Bailando joropo? ¿Con el ritmo de salsa? ¿Con corridos revolucionarios? ¿Oyendo a Alí Primera? ¿Con valsecitos peruanos? ¿Mirando un cuadro de la Frida? ¿O con la alegría y nostalgia de los tambores candomberos?
Tú nos enseñaste que la música y la revolución latinoamericana se viven en la piel y son más que materias de estudio, siendo así, nos compartiste algunos de tus célebres estudios: Del tango a la salsa y la Historia social comparada.
En el siglo XXI, años en los que aparentemente se nos han acabado los referentes, apareciste tú, querido Lucho, con tu maestría, a enseñarnos la consecuencia y el compromiso militante en el oficio del historiador. Pues ser historiador -a tus ojos, y a los nuestros- es más que revisar archivos y estanterías. Ser historiador significa ser humano y con ello historiar y participar de los procesos sociales, políticos, populares mediante los cuales vamos escribiendo nuestra historia, la historia de Nuestra América. En momentos donde pocos maestros se encuentran, apareciste tú, Lucho tanguero a enseñarnos que la historia es un oficio en el cual la libertad y la dignidad van de la mano.
Lucho, quienes fuimos tus aprendices agradecemos aquellas clases latinoamericanistas en las cuales nos compartiste la pasión por la revolución mexicana de principios y finales del XX, las luchas obreras bolivianas de mediados del siglo pasado, las gestas sandinistas, las otras historias de la revolución cubana, el papel trascendental de las mujeres -aquella mitad que tú visibilizaste-, la importancia del medio ambiente, las luchas de los pueblos originarios y tantos otros temas en los cuales, también, fuiste pionero.
Profesor Vitale, en nuestro recuerdo vivirá la sonrisa sincera con la cual nos recibías al ingresar a nuestra sala de clases -o quizás- nuestro taller, en el cual otros tiempos, todas las luchas y otras geografías se hacían presente. Sin duda, fuiste obrero, anarquista, marxista y un tantito más, pero sobre todo, fuiste amigo, compañero y maestro.
Hay quienes plantean que mereciste el premio nacional de historia. Yo no logro estar de acuerdo pues no existe premio nacional que tenga tus dimensiones. Habría que pensar, al menos, un premio binacional, internacional, latinoamericano para rendirte homenaje, un reconocimiento del tamaño de nuestro continente y con la hermosura y rebeldía de la gente de maíz y de la tierra.
Lucho, estimado amigo y compañero. Cómo olvidar los aprendizajes que tuvimos contigo, siendo que eres un nuevo hombre, tal cual nos decía el Che, tu compatriota de la patria grande. Recuerdo ahora a Viglietti cantándole a Soledad Barret -aquella tremenda mujer de la región paraguaya- quien nos enseñó, al igual que tú, reconocido maestro, "Que la patria no es un solo lugar".
Maestro, gracias por tu entrega a la causa del pueblo latinoamericano. Gracias, porque contigo, de seguro diez veces venceremos. Gracias por tu convicción. Gracias por tus historias, pues parafraseando al cantor: historia que ha sido valiente, siempre será historia nueva.
Finalmente decir, que la mejor manera de decir el dolor es callando, así que mi más respetuoso silencio por la muerte del maestro, no sin antes decir:
VITALE VIVE ¡¡CARAJO!!
